sábado, marzo 29, 2003

Hay gente a la que no le gustan las fotos. Siempre salimos mal, te pillan mirando a cuenca, enseñando las cuerdas vocales o con cara de faltarte algún que otro cromosoma. Sin embargo con los años, se revalorizan. Aquella foto en la que sales llorando a moco tendido, mientras toda la familia sonrie como si fueran los ganadores de un crucero por el caribe... se convierte en aquel grandioso día donde fuiste por primera vez al zoo (añadiendo la anectota de que te querian pasar como niño... tu justo acababas de cumplir los años... se lo dijiste a la taquillera muy orgullosa de tu edad... y el sopapo que te llevaste por los veinte duros de más de la entrada... de ahi los lloros) También está esa foto, que demuestra que siempre has hecho el tonto, y que te viene de familia... en la que ni una sola persona sale bien, pero que trae esos recuerdos de como la guardia civil os obligaba a quitar las tiendas de campaña y a buscaros otro sitio donde acampar xq marbella se convertía en una ciudad jetesete.
En fin, mil y una historias, todas ellas reflejadas en pequeños trozos de papel que en su día miraste pensando en como destruirlas y que ahora mismo meterías en metacrilato para no perder jamás. Hoy esos pedazos de historia me han hecho sonreir, pensando en que el ayer no fue tan malo como me pareció en su momento.

viernes, marzo 28, 2003

Os habeis parado a pensar en lo rico y malsonante que es el castellano? Direis que me paso la mañana pensando en gilipolleces, pero no sé donde he leido hoy la palabra "escrutar". Y es que no es lo mismo...
-Ella miraba al infinito, escrutando la niebla, intentando distinguir su figura entre los árboles.
que...
-Qué haces xoxo? Ná aqui escrutando.
En cualquiera de las dos frases la palabra suena mal, pero en la primera dirían... que poético... y en la segunda me llamarían cerda, por si acaso.

jueves, marzo 27, 2003

La noche dilataba mis retinas. Intentaba acostumbrarme a la profunda oscuridad, únicamente herida por la tenue luz que una luna menguante dejaba caer. Las ramas azotaban mi cara. Arañaban mis mejillas con espinas sedientas de mi. Las zarzas sujetaban mis tobillos y ropajes, en un intento vano de hacerme caer. Pero no lo conseguían. El miedo, incansable compañero de fatigas, golpeaba mi espalda haciendome huir más y más deprisa. Él era el carretero, yo la carreta, y la fusta que utilizaba eran mis pensamientos.Estaba trás de mi, lo notaba cada vez más cerca. Sentía su cálido aliento en mi nuca y su voz susurrando en mi oido.
Al fín, al fondo de mi paisaje, una llama prendió en la oscuridad. La luna temerosa desapareció por miedo a quemarse. Mis pupilas se contrayeron hasta convertirse en un minúsculo punto. Las zarzas gritaban y se retorcián, prendidas por el fuego de la luz de la mañana. El miedo del ayer se desprendió de mi espalda, dejando hueco al miedo de hoy, que aún estaba por formar.El ayer dejo paso al hoy, como hoy dará paso a mañana.

miércoles, marzo 26, 2003

Hoy soñé con el pasado. Y en esa milésima de segundo entre la inconsciencia del sueño y la cruda realidad, olí el pecho sobre el que descansaba ese día. Aquel aroma, anclado en mi cerebro, me hizo sonreir, sentirme agusto. Pero el sónido insistente de mi gran enemigo, el despertador, agarró mis neuronas y las empujó violentamente hacia la consciencia. Despertarme fue terrible. Me sentí cansada, sola e irritada. Así que una vez más, apagué ese maldito aparato jurando en hebreo. Mientras calmaba todos esos malos sentimientos vino a mi otro olor. El del trabajo. Ese olor caliente de dulzor exagerado. Así que recordé porqué me tenía que levantar, le pedí disculpas silenciosas al despertador y salí de la cama.
Minutos después me envolvía el aroma fresco del romero, el olor a límpio de una ducha vespertina y, no pude más que sonreir ante esto, la fragancia irresistible del café recién hecho. Como siempre mi madre se había levantado a prepararlo. Salí a la calle en busca del autobús que me llevase al trabajo. Y el olor a la tormenta de la noche. El frescor de los árboles mojados en la mañana me hizo sentirme bien. Respiré profundamente y quise quedarme para mi esa maravillosa sensación. Pero el bus llegó, inundando de humo la atmósfera que con tanto mimo yo estaba guardando. Dentro, la gente se amontonaba, buscando un sitio donde poder estar, buscando un sitio donde poder anclarse y luchar contra la energía cinética. Montones de olores, cada cual muy propio y muy distinto, inundaron durante el trayecto mis fosas nasales. Colonias, algunas reconocibles, otras no, champús, el olor a piel de alguna cazadora, el olor corporal de algunas personas... Estaba aún sorprendida conmigo misma, con mis pensamientos más bien, cuando llegué al trabajo y mis fosas nasales se desconectaron.
Durante buena mañana siguió lloviendo. Miraba a la calle féliz, pensando que así se mantendría el grato olor de la mañana. Pero al salir, y volver a abrir el rincón de mi cerebro dedicado a los olores, sólo encontré humos y aire viciado. No había rastro alguno de aquella mañana fresca. Yo ya no olía a romero, ni alguién hacía café. Y sobre todo, no había rastro del olor de aquel que había compartido mis sueños aquella noche.

P.D. : Grenouille, te odio.

martes, marzo 25, 2003

Esta mañana tras haber comprobado k el pater familis habia salido de kasa me he aventurado por el pasillo hacia la cocina con una unika idea en la kabeza cooOOomiiIIiiidaaaAaa y bueno cual ha sido mi sorpresa cuando me he encontrado un recibo en la mesa, no no! mi familia no ha empezado a cobrarme el gasto alimentisio, la cosa esk como no me comuniko con el pater (vease ogro maloso) pues me deja los mensajes (casi de vida o muerte) en la mesa de la cocina sin pevio aviso( y riete tu si buskas explikaciones)
Pos eso k me he visto con un recibo en la mano y al examinarlo detenidamente he llegado a la konklusion de k era de la autoescuela [la vez anterior k pago las klases teorikas al menos me llego una medio-explikacion por medio de mensajero(vease hermano)] lo k no sabe el sr es k aun meto bien la zarpa y no tengo intenciones d presentarme al examen asi k la conclusion del dia de hoy es: (tachachaaan) k se ha inventado una nueva forma de ejercer presion sin verse vinkulado. malditas relaciones familiares!

K nuty echamos una karrera?a ver kien se lo saka antes! (el carneeeé)
-Hola, buenos días, es aquí la autoescuela XXXXX?
-Sí, sí es aqui. En que puedo ayudarla.
-Mire... las cosa es... que allá por el año 2000, me apunté aquí para ver si me sacaba el carné... Pero es que después de una criogenización de 500 años, he vuelto a la vida terrenal, y me gustaría sacarmelo ahora.
-Veamos... 500 años... 500 años... no la veo en nuestros registros.
-Disculpe, pero ha de tener por ahí una copia de mi matricula, y del ingreso que realicé.
-Una copia? de seguridad se refiere?
-No, no, una copia del albarán... en papel.
-Papel??? [...cara de incredulidad...]
-Si, sí, mire, aquí tengo yo la mia.
-Dios Santo!!! Papel!!! era cierto!!!
-Bueno, me puede decir si aún es válido? O tengo que matricularme de nuevo.
-No mujer, tranquila, la ajustaremos las tasas actuales, y sólo tendrá que pagar la diferencia [... movomiento rápido e incluso compulsivo de calculadora...] Mire, la diferencia que tiene que abonarnos es de 8902685984068 €.
-8902685984068 €!!!!!!!!!!! pero qué me dice!!! Tanto ha subido el gasoil desde que EE.UU se hiciese con los pozos irakies?
-Bueno, está usted dispuesta a abonar la diferencia, o no?
-Sí, sí claro. Si no me lo saco ahora, no me lo sacaré nunca.

Da lo mismo que pasen 3 años que 500, que me criogenicen o que simplemente me quede mirando a las babias. Esta mañana me he sentido como un extraterrestre.

lunes, marzo 24, 2003

Creo que es mi hora de nacer. Las paredes que me rodean se contraen violentamente, empujandome hacia la abertura que da al infinito de mi vida. Oigo gritar a mi madre. Las cosas no van bien, pero ella hace lo que puede por tenerme. No hay nadie más con nosotros. Poco a poco consigo sentir el mundo. Unas manos, las de ella, quien ha vivido por mi todo este tiempo, me sacan al frio exterior. Entre sangre y viscosidades lloro. Tengo frio, tengo hambre. Noto su cálida piel. Acostado contra su regazo siento sus lágrimas caer contra mi mejilla. Pero aun tengo frio. El mundo es muy diferente a lo que conocía hasta ahora. Me envuelven en algo suave, el frío se hace menor y consigo dormirme de nuevo.
Me he despertado. Tengo muchísima hambre. Ya no siento el calor de mi madre. La necesito. Sigo envuelto en lo que antes me daba calor, pero ahora está húmedo. Huele mal, muy mál. Cuando nací olía a mi madre. Ahora no la huelo. Cada vez tengo más frío y más hambre. Cada vez lloro con más rabia, pero nadie parece escucharme. Pasan las horas y mi garganta se muere de tanto llorar. Mis brazitos y mis piernecitas se mueren tras volverse moradas, creo que de frio. Yo me muero, sin apenas haber vivido.

Hoy otro niño recién nácido ha sido abandonado a su muerte en un contenedor.